DEMOCRACIA ES DIVERSIDAD
Liliana Martínez Garnica
Directora de Participación Ciudadana.
De acuerdo con el Consejo para Prevenir y Eliminar la Discriminación la abreviatura LGBTTTI+ significa lésbico, gay, bisexual, transexual, transgénero, trasvesti e intersexual; las primeras tres (LGB) se refieren a orientaciones/preferencia sexuales, las siguientes (TT) refiere a identidades de género; la siguiete T a una expresión de género y la intersexualidad corresponde a una condición biológica. Posteriormente, a estas siglas se le agregó una Q, que viene del adjetivo inglés queer , que significa “raro”, “torcido”, “extraño”. Por lo que el término se emplea para definir a una persona que se encuentra fuera del binario masculino/femenino. Lo anterior forma parte de las multiples configuraciones de la diversidad sexual humana.
El 28 de junio, se celebra el nacimiento del movimiento LGBT, hablar de un movimiento social y que este mismo se asocie o defina con una palabra, hace pensar que dicho movimiento tiene una causa, tiene seguimiento y ha generado impacto social, que a su vez derivan en cambios en lo ideológico, económico, político y social.
La Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos (OHCHR), señala que las normas internacionales en materia de derechos humanos establecen como una obligación jurídica de los Estados, la de velar para que todas las personas sin distinción, puedan disfrutar de sus derechos humanos. Por lo que se reitera que la orientación sexual y la identidad de género son una condición inherente a la persona, como la raza, el sexo, el color de la piel o la religión.
La OHCHR identifica, e insta a los Estados miembros de las Naciones Unidas a la creación e implemetación de políticas que garatizen a las personas LGBTTTI+ el ejercicio pleno de sus derechos, estas políticas que podemos resumir en los siguientes aspectos: I) Promulgar leyes contra la discriminación y crimines de odio; II) Proporcionar reconocimiento legal; III) Incluir temas de educación y capacitación; IV) Asegurar el acceso a los servicios de salud y seguridad social; y V) Combatir y poner fin al acoso y al estigma.
Por poner un ejemplo, en cuanto a la situación de los derechos de las personas personas LGBTTTI+ en nuestro país, existe el matrimonio igualitario en las siguientes entidades federativas: Ciudad de México, Quntana Roo, Coahuila, Colima, Chihuahua, Nayarit, Campeche, Jalisco, Michoacan, Morelos, Chiapas, Puebla, Baja California Norte, Nuevo León, Aguascalientes, San Luis Potosí e Hidalgo. Lo cual quiere decir, que solo el 53% de las entidades federativas reconocen este derecho. Otro tema sería el revisar los avances de nuestro país en otros aspectos como la reasignación de sexo, la expedición de documentos e identificaciones oficiales acordes a la identidad de género o códigos penales que contemplen los crímenes de odio contra la población LGBTTTI+, por su condición, como agravantes.
En América Latina, el 62.5% de la población desaprueba el matrimonio con personas de su mismo sexo y en materia política, es el mismo porcentaje que no acepta candidaturas a favor del matrimonio igualitario o candidatas y candidatos declarados abiertamente gais. El reto para la zona, es la aceptación sin condiciones de esta comunidad y crear conciencia sobre el respeto a la diversidad sexual y participación ciudadana en condiciones de libertad e igualdad.
Con estos datos se ejemplifican, por un lado el avance, pero tambien el rezago de nuestro país y el conjunto de América Latina en el pleno reconocimiento y libre ejercicio de los derechos humanos de las personas LGBTTTI+ y queer.