Desaparece la Palma que por más de 100 años estuvo en Paseo de la Reforma

Las palmas son originarias del norte de África y llegaron a la ciudad traídas por el regente Fernando Casas Alemán, después de que el presidente Miguel Alemán (1946-1952) visitó la ciudad de Los Ángeles, California, donde las vio crecer en hileras sobre los principales bulevares.
Las palmeras pueden medir hasta 20 metros y se han adaptado bien al clima templado de la ciudad. Llegan a vivir 80 años, no requieren cuidados especiales y sus raíces no son agresivas.
Las palmeras tienen un sinnúmero de beneficios: mejoran las condiciones del suelo, son generadoras de hojarasca, mantienen la humedad, regulan el microclima, evitan la erosión y propician el desarrollo de la fauna al proveerle refugio, protección y alimento. Son indispensables para capturar contaminantes y partículas suspendidas, producir oxígeno, disminuir los niveles de ruido, captar agua pluvial y contribuyen de manera fundamental al mejoramiento de la calidad de vida de los habitantes de la Ciudad de México y a su paisaje, por lo que su conservación es indispensable.
Dentro de los factores que han propiciado su deterioro figuran las afectaciones de plagas y enfermedades que han incrementado a lo largo del tiempo. La SEDEMA explica que la causa de este problema se debe a que “su hábitat adecuado es entre 10 y 500 metros sobre el nivel del mar y la capital se encuentran a 2 mil 400 metros. A este factor, se agrega la edad promedio de 80 años que presentan”.
Asimismo, gracias los estudios que iniciaron en 2015 y concluyeron en 2019, especialistas del Colegio de Posgraduados de la Universidad Autónoma de Chihuahua (UACh) detectaron la presencia de seis hongos y dos bacterias, del total “siete se ubican en el suelo y un hongo en las hojas de las palmeras afectadas”, situación que causa su muerte.
Por tal motivo, el Gobierno de la Ciudad de México ha implementado el Programa de Saneamiento de Árboles y Palmeras de la Ciudad de México, el objetivo es rescatar a todos los árboles que aún puedan sobrevivir. Se anunció que se contará con una inversión de 60 millones de pesos para la primera etapa, la cual también incluye la poda sanitaria de 20 mil árboles, 12 mil palmeras y la sustitución de 5 mil árboles.
A pesar de que se están haciendo varios esfuerzos para frenar el descenso de las palmeras, en algunos casos se ha tenido que optar por removerlas y sustituirlas por otra especie. Tal fue es el caso de la emblemática palmera que adorna el Paseo de la Reforma y se ubica precisamente en la Glorieta de la Palma.
Así lo comunicó Claudia Sheinbaum, jefa de Gobierno, quien compartió: “Este domingo rendiremos homenaje a La Palma que por más de 100 años estuvo en Paseo de la Reforma. En su lugar pondremos a consulta ciudadana si plantamos una jacaranda, ceiba, fresno, ahuehuete, grevilia o alguna otra especie; así como el nombre de la glorieta”.