Lamentable y de tristeza el papel representado por el Senador Higinio Martínez Miranda, a ese al que hasta hace poco le decía el Faraón de Texcoco por el poder amasado a lo largo de décadas de gozar las mieles del poder político y que hoy, las circunstancias lo obligan a inclinarse ante la posibilidad de quedar fuera de la contienda electoral de 2023.

Desde su natal Texcoco, tomando como pretexto el encuentro “Mexiquenses de Corazón” con sus seguidores, Higinio lanzó una súplica a Andrés Manuel López Obrador para que lo voltee a ver como posible candidato y le recordó que si bien conoce las reglas no escritas, tiene que considerar su experiencia y lealtad.

En pocas palabras, en el templete, Higinio Martínez se puso de rodillas frente al presidente de México para que sea él quien abandere la pelea morenista y no la maestra Delfina Gómez, por la cual se inclinan las posibilidades.

Es cierto, Higinio Martínez sigue teniendo músculo político y ayer lo demostró convocando a diputados locales y federales, a presidentes municipales y por supuesto a la militancia. Fueron varios miles los invitados a su destape a la gubernatura, pero fue lamentable escuchar su petición para ganarse la designación.

La animadversión que siente López Obrador por Higinio se ha recalcitrado en los últimos tiempos y le ha restregado su intención de no tomarlo en cuenta ahora que se lleguen los tiempos de definición y eso, no ha pasado desapercibido por Martínez Miranda. Incluso, los que lo conocen creen que podría apoyar a otro candidato (a) a cambio de posiciones y prebendas políticas… de eso lo han acusado en más de una ocasión.

Extrañó no ver al presidente de la JUCOPO, Maurilio Hernández González, quien siempre ha acompañado a su mentor y que le ha devuelto el favor pagándole foros legislativos y ahora la convención estatal, la cual por cierto les ha de haber costado una millonada tomando en cuenta la movilización de cientos de autobuses provenientes de muchos municipios mexiquenses.

Higinio se ve cansado, agobiado, derrotado, su voz denota inseguridad y la transmite a sus cercanos. Seguramente sabe que no tiene aliados en el gobierno federal que puedan acercarlo a los “quereres” de AMLO y eso lo tiene tenso.

Tampoco quiere pelearse con Delfina y Horacio y para ellos les manda el mensaje de que su pelea no es con ellos, “pues hay muchos años de amistad y trabajo”, pero deja en claro que no estará conforme con la decisión de dejarlo fuera.

El futuro de Higinio parece tener dos vertientes: la primera, alinearse y convertirse en el jefe de campaña de Delfina o de Horacio: y dos, que sea tanto su rencor que lo lleve a firmar un pacto con los rivales… total, dicen que en la política y en el amor todo se vale.

GRIPE

Por cierto, con su discurso, Higinio trató de desequilibrar otros institutos políticos con los que cree puede tener una alianza para el 2023.

Por ahí habló de la obligación que tiene el PVEM para que vayan juntos por la gubernatura, obviamente con candidato de Morena, porque la alianza nacional así lo demanda y ve como obligación para el terreno mexiquense, según palabras de Higinio.

Lo cierto es que ahora más que nunca José Alberto Couttolenc Buentello, dirigente del verde, está convencido que el destino de su instituto político está en sus manos, pues trabaja incansablemente sumando adeptos y posicionando su imagen.

El dirigente del Tucán quiere ir sólo, se ha cansado de anunciar que están en condiciones de evitar las alianzas y salir victoriosos, de ahí que recorre todo el estado, reinventa las formas de afiliar militantes y eso le ha dado excelentes resultados.

Hace algunos años el PVEM hubiera buscado alianzas para mantener su registro; en este momento, de la mano de Couttolenc han logrado afianzarse como una de las fuerzas políticas más importantes y que han abierto las puertas a las juventudes, lo que sin duda ha sido el éxito del proyecto.

Será interesante conocer cual será la decisión de la dirigencia nacional y si Karen Castrejón mantiene su confianza para con el “pajarito”, pues ha sido testigo del crecimiento en municipios donde antes eran leyenda.

Por lo antes explicado es que Higinio Martínez lanzó el dardo a los verdes: los quiere sumisos a su partido por una alianza que en su momento tuvo éxito en el sector federal… lo que viene dentro de un año es un escenario totalmente diferente.

NEUMONÍA

Totalmente desmembrada, la Dirección de Comunicación Social de la Cámara de Diputados local, solamente se dedica a dar bandazos, a medio informar a los medios de comunicación y a seguir abriendo la brecha con diputados, áreas operativas y trabajadores del Poder Legislativo, gracias a las formas de su director Alfredo Medellín Canallín.

Y hablo del deficiente trabajo porque la falta de supervisión le sigue dando muchos dolores de cabeza, como la reciente campaña contra el “huachicoleo” del agua potable a través de un video en las redes sociales que no tiene ni pies ni cabeza, con faltas de ortografía, con textos enormes y tiempos pequeños que no dejan leer el mensaje, además con una pésima sintaxis en todo el mensaje.

Recientemente, durante la agresión que sufrieran algunos reporteros del Valle de Toluca, el diputado Maurilio Hernández, presidente de la Jucopo, no fue enterado del tema o bien, no fue asesorado por su comunicador Medellín Canallín para dar un pronunciamiento sobre el tema y solidarizarse con los reporteros… aunque no lo sienta.

Tuvo que salir el equipo de comunicación de la diputada Azucena para que, a través del diputado Faustino de la Cruz, los legisladores mostraran su rechazo a actos que atenten contra la integridad de los comunicadores. Mientras, Maurilio durmió el sueño de los justos, lo que demuestra el distanciamiento que hay entre ambos personajes, pero que por ser un “recomendado” especial, goza de total inmunidad para no hacer su chamba.

Sería muy saludable para la Cámara de Diputados que el presidente del Comité de Comunicación Social, el priísta Guillermo Zamacona llame a reunión de trabajo para que de viva voz le pregunten al “chilango” sobre todas las deficiencias en la comunicación social, sobre sus constantes roces con los diputados por falta de resultados y sobre todo, el por qué sigue acosando a sus subalternos.

Ya es tiempo de que Zamacona se ponga las pilas y asuma su rol de diputado presidente y cumpla con todas las promesas de trabajo que realizó a los representantes de los medios de comunicación, es tiempo de que haga valer la confianza que le dieron Alfredo del Mazo y Elías Rescala para llegar a la Cámara de Diputados.

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